lunes, 31 de diciembre de 2012

Palabras zen, 002.





El maestro Unmon dice:


- Nada os pregunto sobre la quincena pasada. 

Más, ¿qué me decís sobre la quincena venidera?


Y ante la falta de respuesta de los monjes, continúa:



- Cada día es un buen día.










miércoles, 26 de diciembre de 2012

El fracaso de mi generación.




Norman Birnbaum   .   22 Diciembre 2012

Los intelectuales estadounidenses y europeos de mi generación, nacidos entre 1925 y 1930, tuvieron unas carreras espléndidas, resonancia internacional, cierta influencia en la política. Nuestros homólogos de los Estados socialistas también fueron unos privilegiados. Podían viajar y eludir la pesada prosa oficial de los partidos gobernantes. Nuestro lenguaje común era un marxismo de la superestructura, de ideologías, cultura y política. Prestábamos atención a la deformación del carácter por la industrialización de la sensibilidad, el dominio de la rutina. Nuestros contemporáneos del bloque soviético describían la tiranía profana de sus Estados policiales de manera indirecta, previendo que la explotación y la ineficacia serían sustituidas por el desarrollo de los talentos productivos de la ciudadanía socialista.

En Occidente no necesitábamos circunloquios. Eran pocos los que nos consideraban peligrosos. Algunos que querían expiar sus propios pasados nos pintaban como revolucionarios afligidos. Cuando, para nuestra sorpresa y la de nuestros antagonistas, los que defendían el statu quo occidental como utopía hecha realidad, estallaron las revueltas de los años sesenta, nuestros lectores y estudiantes se reían de nosotros y decían que éramos esclavos involuntarios del orden existente. Nos sorprendió mucho la negación de nuestra triste profecía, el hecho de que la obediencia comprada y la diversión hedonística (panem et circenses) habían vuelto muy improbables la discordancia moral y la disidencia política.

Aspirábamos a una ciudadanía capaz de gobernarse a sí misma, incluso en la economía. Una fuerza laboral cada vez más educada se reconocería en nuestros textos. Queríamos acelerar el ritmo de la historia prestando nuestro talento a los partidos socialdemócratas y cristianos. Al fin y al cabo, nos considerábamos los representantes de sus electorados en la educación, la administración, las profesiones liberales y la ciencia. Creíamos que, con su apoyo, acabaríamos desempeñando un papel en el gobierno de la sociedad. Contábamos con la atención de banqueros y empresarios, políticos y editores, incluso sindicalistas que en otros temas eran escépticos. En Estados Unidos (EE UU) nos enviaban a oficiales del Ejército a estudiar con nosotros (los conservadores llegaron a quejarse de que Harvard y Princeton habían ablandado a toda una generación de generales).

Estábamos equivocados. Los electores, en general, querían justicia, un mínimo de respeto y una parte respetable de la renta nacional. Pero su entusiasmo por el deporte y las vacaciones era mucho más acentuado que su interés por ayudar a tomar decisiones en la economía. En ocasiones se manifestaban o hacían huelgas, no por una nueva sociedad, sino para obtener más recompensas en esta. Nuestra crítica metahistórica de la existencia contemporánea no les conmovía. Las clases dirigentes que nos trataban con tanta benevolencia pensaban que estaban haciendo gala de la magnanimidad de los poderosos. No sentían que estuvieran compartiendo ese poder con nosotros.

Dos grandes acontecimientos demostraron que habíamos hecho mal al interpretar una mejoría temporal de nuestra suerte como una gran transformación histórica. El primero fue el renacimiento del capitalismo descontrolado. El segundo fue el fracaso de la Tercera Vía. A la disminución de la parte de la renta nacional que iba a parar a manos de los trabajadores y la deconstrucción del Estado de bienestar sucedió la crisis que se suponía que el nuevo capitalismo había hecho imposible. Los demócratas estadounidenses y un gran sector de la socialdemocracia europea se convirtieron a la idea de los beneficios como principal instrumento de crecimiento económico y de inmediato experimentaron la depresión y la destrucción social. El hecho de que los economistas que estaban en primera fila cuando surgió el desastre (Greenspan, los economistas de Chicago como Lucas, que negaban la posibilidad de que la intervención del Gobierno pudiera servir de algo) hayan pronunciado pocas o ninguna disculpa es comprensible. Lo que proponíamos era un mosaico de marxismo y socialdemocracia, keynesianismo y teoría de la elección pública. No tenemos explicaciones generales de por qué quedamos desbancados ni tampoco una alternativa.

En EE UU y Europa, los ciudadanos quieren empleo, ingresos y seguridad. Desde la guerra han votado siempre por los partidos que les daban esas cosas, y nunca pidieron democracia económica. La política actual es un remedo del consumismo. La participación electoral ha disminuido a medida que se ha intensificado la crisis. Los debates teóricos sobre intereses, representación e ideología se han convertido en algo remoto, como de especialistas en lenguas clásicas discutiendo sobre papiros. Nuestra hipótesis, que las ciudadanías occidentales eran irreversiblemente democráticas, estaba equivocada.

También nos equivocamos sobre la amenaza que suponían para las economías de Occidente los bajos salarios en Asia. El fracaso soviético nos hizo pensar que las economías dirigidas no podían funcionar. La alianza china de capitalismo y partido único nos sorprendió. Sabíamos que había otras culturas longevas y extraordinarias, pero ignoramos que había varios caminos hacia el desarrollo económico. La secularización de nuestras sociedades dejó hueco para las religiones privatizadas o sustitutas y a brotes reaccionarios de nacionalismo.

El debate occidental sobre los países islámicos combina una gran ignorancia histórica con nuestros prejuicios. Los recuerdos esquemáticos de la Reforma y el Renacimiento, la revolución científica y las revoluciones democráticas no son útiles. El presidente de Egipto, un ingeniero educado en EE UU, volvió a su país con muy mala impresión de nuestra cultura. Gandhi, al preguntarle por la civilización de Occidente, respondió que sería una idea muy buena.

Estábamos convencidos de que era inevitable la desintegración del etnocentrismo y el absolutismo religioso, pero nuestro propio proyecto de modernización estaba incompleto. Creímos demasiado en la durabilidad de la síntesis de posguerra, que estaba en deuda con la repugnancia ante los horrores del fascismo, los costes de la guerra y las privaciones de la Gran Depresión. Después de 1989 llegaron los conflictos de los Balcanes, los sucesivos desastres en África (Ruanda, Nigeria, la dictadura militar en Argelia), las guerras de Irak. Los atentados llevados a cabo por los fanáticos musulmanes procedentes de Arabia Saudí (un Estado supuestamente amigo) obtuvieron lo que pretendían: EE UU está en guerra con el islam y ha arrastrado a ella a Europa. EE UU y Europa discuten sobre sus respectivos modelos sociales, pero ni nuestros ciudadanos ni el resto del mundo están satisfechos con ninguno de los dos.

Nos hemos convertido en técnicos de reparaciones que corren cuando se rompen los diques para tapar las fugas. No se ve por ningún lado que se produzca una alianza del conocimiento técnico y científico con las nuevas instituciones para resolver la crisis ambiental. Nos burlábamos de los Verdes cuando eran más jóvenes, y decíamos que eran aparecidos de la época franciscana; pero, en la historia de la Iglesia, San Francisco permaneció mientras el edificio de la Iglesia de venía abajo.

Quizás esperábamos demasiado de los seres humanos en un periodo en el que unos cambios desconcertantes estaban destruyendo certidumbres y aumentando los miedos. Dos mil quinientos años después de los griegos y el doble desde las escrituras que inspiraron el Antiguo y el Nuevo Testamento, Buda y los textos hindúes, pensamos que los hombres y las mujeres podían renunciar a mitos fatalistas y parecerse a los dioses. Acaba de pasar Yom Kippur, la fiesta judía de la expiación. No hace falta ser judío para saber que hay mucho que expiar, que la reconstrucción social quizá exija nuevos yos dentro de cada uno. Nos equivocamos al pensar que el espacio público que necesitábamos ya se había construido o se materializaría cuando lo necesitáramos. Para aunar el respeto a la dignidad humana y la sensibilidad ante la fragilidad humana es necesario tener una disciplina ascética y cierta forma de inspiración, como componentes morales del análisis histórico. Los intelectuales de mi generación no dimos suficiente importancia a ese aspecto; tal vez no fuimos peores que el resto de nuestros contemporáneos, pero tampoco mejores ni más profundos.

Norman Birnbaum es catedrático emérito de la Universidad de Georgetown.

Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.

Artículo recortado de El País.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Boletín Sin Nombre, 225.






Proposición reveladora (Pedro Rodea)

El sueño con sueños luce en el seno del sueño profundo


Meros fenómenos (Sri Ramana Maharshi)

Los estados de sueño profundo, de sueño con sueños y de vigilia son meros fenómenos que aparecen sobre el Sí mismo, el cual es estacionario. Es también un estado de simple presencia consciencial. ¿Puede alguien permanecer apartado del Sí mismo en algún momento?. Esta pregunta puede surgir solamente si eso fuera posible.

Pregunta: ¿No se dice a menudo que uno está más cerca de la pura consciencia en el estado de sueño profundo que en el estado de vigilia?.

Respuesta: La pregunta puede ser también, «¿Estoy yo más cerca de mí mismo en mi estado de sueño profundo que en mi estado de vigilia?».
El Sí mismo es pura consciencia. Nadie puede estar jamás apartado del Sí mismo. La pregunta es posible solamente si hay dualidad. Pero no hay ninguna dualidad en el estado de pura consciencia.


Un comentario sobre la Gaudapada Gitâ

Gaudapada ve los estados de sueño con sueños y de vigilia como similares: en el estado de sueño con sueños nuestra consciencia infectada de ignorancia está vuelta hacia dentro y genera un mundo irreal basado en datos corporales; en el estado de vigilia nuestra consciencia infectada de ignorancia está vuelta hacia fuera para percibir e interactuar con las cosas materiales. Tanto el cuerpo como las demás cosas materiales son irreales, son aspectos de la engañosa Maya. Así pues, es el sí mismo individuado, el ego fenoménico, el que se presenta como el sujeto de la experiencia.


 Consciencia en el sueño con sueños (Sri Nisargadatta Maharaj)

Interlocutor: ¿Es la vitalidad, la energía de la vida, la vida misma?

Maharaj: La energía viene primero. Pues todo es una forma de energía. La consciencia está muy diferenciada en el estado de vigilia. Menos en el sueño con sueños. Todavía menos en el sueño profundo. Es homogénea —en el cuarto estado. Más allá es la realidad monolítica inexpresable, la morada del jnani.


Cuando usted tiene el sueño con sueños  (Sri Ranjit Maharaj)

Pregunta: ¿Puede usted hablar sobre los tres tipos de Maya (ilusión)?

Maharaj: Todo es ilusión. ¿Cómo puede haber tres tipos? Para comprender, usted tiene que decir sólo eso. Uno es Maha maya, que es el conocimiento mismo. El siguiente es Vidyaman maya, que es cuando el conocimiento se mueve un poco y hace muchas cosas de él. En ese momento es sutil. Cuando duerme profundamente, usted está en completa ignorancia; entonces viene un ligero despertar, y eso es llamado Vidyaman maya. Cuando usted está en la matriz de la madre y recibe el nacimiento, eso es Vidyaman maya. Significa emborracharse en comprender. A menos que usted reciba el nacimiento, usted no puede comprender. Y cuando usted tiene el sueño con sueños, eso es llamado Avidya maya. Cuando usted ve todo el mundo, todos los objetos, eso es llamado Avidya maya. Usted ve todo el mundo, tanto el conocimiento como la ignorancia han aparecido; eso es Avidya maya. ¿Ve usted esto?, es mármol; esto es Avidya maya. Avidya maya significa que es nada, solo un cero.

Cuando un pensamiento viene en un sueño; a veces viene un pensamiento, pero usted se duerme profundamente de nuevo. Usted no puede ver el sueño, eso es llamado Vidyaman maya. El conocimiento ha venido, pero usted no le da nacimiento.


El sueño con sueños no encontraba quién lo soñara (Pedro Rodea)

La joya no encontraba el oro…˜ “Yo” no encontraba quién lo pronunciara…˜ La ignorancia no encontraba quién ignorara…˜ El conocimiento no encontraba quién conociera…˜ La vigilia no encontraba a quién presentarse…˜ El sueño con sueños no encontraba quién lo soñara…˜ Todo lo que se llama “todo” no encontraba quién lo viera…˜ Todo era huérfano…˜ jamás sentido…˜ jamás apercibido…˜

No había ningún “todo”…˜ no había ninguna “nada”…˜ La joya no encontraba el oro…˜ No había “yo no existo”…˜ no había “yo no soy”…˜ El miedo no encontraba ningún “yo” que lo sintiera…˜ La comprensión no encontraba ningún “yo” que la comprendiera…˜ No había ningún “atributo”…˜ No había ninguna “cualidad”…˜ La “verdad” no tenía comprensor…˜ Lo “absoluto” no tenía realizador…˜ La “paz” no tenía verificador…˜

Todo es sólo un pensamiento…˜ Pero el pensamiento no encontraba al “pensador”…˜ Ningún concepto encontraba quién lo concibiera…˜ Nadie se llamaba a sí mismo “nadie”…˜ Nadie se llamaba a sí mismo “yo”…˜

La belleza de la comprensión es que la comprensión no encontraba ningún comprensor…˜ De manera que no había nombres…˜ Ningún “nombre” había nombrado nunca nada…˜ No había ningún nombrador…˜ La belleza de la comprensión es que la comprensión “no estaba”…˜

¿Cómo comprenderme a mí mismo entonces?…˜ Yo no había tenido nunca ningún concepto “yo”…˜ El pensamiento “yo” no estaba…˜ Así pues…˜ ¿a quién se podía presentar la comprensión “yo”?…˜ Ausente el oro…˜ ¿a quién vendrá a dar forma la joya?…˜


Palabras finales de sabiduría (Sri Siddharameshwar Maharaj)

En un sueño con sueños, la misma Presenciación proyecta otro mundo. Cuando se crean espacio y cuerpos en el sueño, ¿hay realmente algún espacio? No. El que «hace sitio» al espacio es la Presenciación. Ella es el soporte de la totalidad del mundo. En este sueño vosotros creáis incontables mundos. Entonces, ¿por qué no podéis crear otro mundo en este mundo?

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sábado, 15 de diciembre de 2012

La vela de sebo. (‘Taellelyset’)




Hervía y bullía mientras el fuego llameaba bajo de la olla, era la cuna de la vela de sebo, y de aquella cálida cuna brotó la vela entera, esbelta, de una sola pieza y un blanco deslumbrante, con una forma que hizo que todos quienes la veían pensaran que prometía un futuro luminoso y deslumbrante; y que esas promesas que todos veían, habrían de mantenerse y realizarse.

La oveja, una preciosa ovejita, era la madre de la vela, y el crisol era su padre. De su madre había heredado el cuerpo, deslumbrantemente blanco, y una vaga idea de la vida; y de su padre había recibido el ansia de ardiente fuego que atravesaría médula y hueso… y fulguraría en la vida.


Sí, así nació y creció cuando con las mayores, más luminosas expectativas, así se lanzó a la vida. Allí encontró a otras muchas criaturas extrañas, a las que se juntó; pues quería conocer la vida y hallar tal vez, al mismo tiempo, el lugar dónde más a gusto pudiera sentirse. Pero su confianza en el mundo era excesiva; este solo se preocupaba por sí mismo, nada en absoluto por la vela de sebo; pues era incapaz de comprender para qué podía servir, por eso intentó usarla en provecho propio y cogió la vela de forma equivocada, los negros dedos llenaron de manchas cada vez mayores el límpido color de la inocencia, que al poco desapareció por completo y quedó totalmente cubierto por la suciedad del mundo que la rodeaba, había estado en un contacto demasiado estrecho con ella, mucho más cercano de lo que podía aguantar la vela, que no sabía distinguir lo limpio de lo sucio… pero en su interior seguía siendo inocente y pura.


Vieron entonces sus falsos amigos que no podían llegar hasta su interior, y furiosos tiraron la vela como un trasto inútil.


Y la negra cáscara externa no dejaba entrar a los buenos, que tenían miedo de ensuciarse con el negro color, temían llenarse de manchas también ellos… de modo que no se acercaban.


La vela de sebo estaba ahora sola y abandonada, no sabía qué hacer. Se veía rechazada por los buenos y descubría también que no era más que un objeto destinado a hacer el mal, se sintió inmensamente desdichada porque no había dedicado su vida a nada provechoso, que incluso, tal vez, había manchado de negro lo mejor que había en torno suyo, y no conseguía entender por qué ni para qué había sido creada, por qué tenía que vivir en la tierra, quizá destruyéndose a sí misma y a otros.


Más y más, cada vez más profundamente reflexionó, pero cuanto más pensaba, tanto mayor era su desánimo, pues a fin de cuentas no conseguía encontrar nada bueno, ningún sentido auténtico en su existencia, ni lograba distinguir la misión que se le había encomendado al nacer. Era como si su negra cubierta hubiera velado también sus ojos.


Mas apareció entonces una llamita: un mechero; este conocía a la vela de sebo mejor que ella misma; porque el mechero veía con toda claridad -a través incluso de la cáscara externa- y en el interior vio que era buena; por eso se aproximó a ella, y luminosas esperanzas se despertaron en la vela; se encendió y su corazón se derritió.


La llama relució como una alegre antorcha de esponsales, todo estaba iluminado y claro a su alrededor, e iluminó al camino para quienes la llevaban, sus verdaderos amigos… que felices buscaban ahora la verdad ayudados por el resplandor de la vela.


Pero también el cuerpo tenía fuerza suficiente para alimentar y dar vida al llameante fuego. Gota a gota, semillas de una nueva vida caían por todas partes, descendiendo en gotas por el tronco cubierto con sus miembros: suciedad del pasado.


No eran solamente producto físico, también espiritual de los esponsales.


Y la vela de sebo encontró su lugar en la vida, y supo que era una auténtica vela que lució largo tiempo para alegría de ella misma y de las demás criaturas.




Parece ser que este sería el primer cuento de Hans Christian Andersen. El hallazgo del considerado primer cuento del autor arroja nueva luz sobre su obra. ‘La vela de sebo’ pudo ser escrito por su creador cuando tenía 18 años.

Traducción del danés por Enrique Bernárdez

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Ravi Shankar, ha muerto...

George Harrison y Ravi Shankar


El maestro indio de sitar, Ravi Shankar, maestro de los Beatles y los Rolling, ha fallecido a los 92 años, según ha anunciado la televisión india y ha confirmado la familia.

Sankar, padre de la también artista de jazz Norah Jones, ha fallecido en el hospital de San Diego, donde había sido ingresado para someterse a una operación, según la cadena CNN-IBN.

"Aunque es un momento de tristeza, es también un momento para todos nosotros para dar gracias y ser agradecidos por haber sido capaces de tenerlo como parte de nuestras vidas", dijo la familia en un comunicado. "Vivirá para siempre en nuestros corazones y en su música".

En el comunicado la familia ha explicado que en el último año había sufrido problemas cardíacos y respiratorios por lo que se sometió a una cirugía para reemplazar una válvula del corazón semana pasada en el hospital donde ha fallecido. La cirugía fue un éxito pero fue incapaz de recuperarse.

A pesar de sus dolencias Ravi Shankar continuó actuando durante los pasados meses y realizó su último concierto el 4 de noviembre en Long Beach, en el condado de Los Ángeles, junto con su hija, la compositora e intérprete de sitar, Anoushka Shankar. El evento sirvió como celebración de sus casi 10 décadas de creación musical.

"Desafortunadamente, a pesar de los esfuerzos de los cirujanos y los médicos que han cuidado de él, su cuerpo no pudo soportar la presión de la cirugía. Estuvimos a su lado cuando falleció", dijo su esposa Sukanya y su hija Anoushka.

El primer ministro indio, Manmohan Singh, ha expresado su tristeza y ha calificado la pérdida de "un tesoro nacional y un embajador global de la herencia cultural de la India".

La familia aún no ha anunciado los planes para ceremonias póstumas y solicitó que todas las flores y donaciones fueran realizadas a la Fundación Ravi Shankar y a través de la página web JustGive.org

Ravi Shankar, que vivía en California, nació en la ciudad santa de Varanasi junto al Ganges el 7 de abril de 1920. Provenía de una familia de brahmanes, la casta más alta en la sociedad hindú.

Su padre V. Lakshinarayana fue uno de los maestros del violín en su país lo que contribuyó a que Shankar se iniciara en el aprendizaje de ese instrumento cuando tenía 5 años. Una década después dejó la India para viajar a París con la compañía de baile de su hermano Uday.

En 1936 comenzó estudios de sitar, instrumento tradicional indio, bajo la dirección de Ustad Allauddin Khan y poco después comenzó a hacer giras por Europa y EE.UU.

George Harrison, guitarrista de los Beatles, se convirtió en su alumno y amigo en 1966, colaborando juntos en varios proyectos como por ejemplo el concierto de Bangladesh en 1971. Harrison apodó a Shankar como "el Padrino de la música del mundo". Al año siguiente realizó su primer dúo con el violinista Yehudi Menuhin, con el que posteriormente ha colaborado en numerosas ocasiones.

En 1969 viajó a Estados Unidos con la intención de profundizar en la música de occidente y, al tiempo, popularizar la música hindú. En 1971, y a petición de la London Symphony compuso un concierto que se estrenó en el Royal Festival Hall londinense.

En 1976 comenzó su colaboración con el guitarrista John McLaughlin, con el que fundó el grupo Shakti, trabajó en la One Truth Band y grabó el álbum "Touch me there", bajo la dirección de Frank Zappa.

La actividad musical de Ravi Shankar ha sido intensa, destacando además de como instrumentista como compositor. Es autor de dos conciertos para sitar y orquesta, además de músicas para ballet y bandas sonoras para películas. Así mismo, ha protagonizado la película "Raga", centrada en su vida y en 1978 publicó el libro autobiográfico "My life, my music".

Su primer matrimonio con la hija del músico Ustad Allauddin Khan, Annapurna, terminó en divorcio en 1982 tras años de separación en los que mantuvo relaciones sentimentales con Kamala Chakravarty y Sue Jones, madre de la que sería su hija Norah Jones.

Finalmente se casó en 1989 con Sukanya Rajan con quien vivió desde entonces entre San Diego y Nueva Delhi. En 1992 su hijo Shubho, también sitarista falleció repentinamente con 50 años.

Su hija Anoushka Shankar es defensora de los derechos animales y está afiliada a PETA (Personas por el trato ético de los animales). Ella y su padre aparecieron en un anuncio de servicio público en contra del sufrimiento de los animales.




martes, 4 de diciembre de 2012

Décimo aniversario de la muerte de Canelo.



Gema Freire   -   04/12/2012

El próximo domingo, se cumplen diez años de la triste pérdida de Canelo, el “perro de los gaditanos”. Fue la fatídica mañana del 9 de diciembre de 2002, cuando un Volvo oscuro terminó con la vida de este fiel animal arrollándolo en el paso de peatones que tantas veces había cruzado a las puertas del Hospital Puerta del Mar. Un triste final para un perro que demostró la lealtad hacia su dueño hasta el final de sus días.

Pero la historia de Canelo empezó mucho antes, en concreto, en el año 1990, cuando su amo ingresó por última vez en el centro sanitario para someterse a una diálisis. Esa mañana los dos amigos se despidieron como de costumbre, con un “espérame aquí, compañero”, una frase que explica la vida de Canelo a partir de ese momento. Ese día algo salió mal y el amo nunca volvió a reencontrarse con su perro. Pero su fiel escudero no podía comprender que su amigo ya no estaba vivo. Ya le había acompañado muchas veces hasta el hospital y su compañero siempre había vuelto. Así que, tal como le dijo al entrar, le esperó, y lo hizo no sólo un día, ni dos, ni tres, ni una semana, ni un mes, sino 12 años, día tras día, con viento, lluvia, frío o calor. Durante su larga espera llegó a ser denunciado y fue trasladado a la perrera hasta en dos ocasiones, provocando movilizaciones populares de vecinos y protectoras de animales, que finalmente consiguieron su indulto.

Desde ese momento, la Asociación Agaden se hizo cargo del animal, apadrinándolo y proporcionándole las vacunas y los permisos necesarios para que pudiese seguir esperando a su dueño sin tener más problemas, amparado por la Ley.

Hubo gente de dentro y fuera de Cádiz interesada en apadrinar a un perro tan querido y famoso en todo el mundo por su enternecedora historia. Canelo pasó por dos adopciones, pero no quería otro hogar que no fuera el de su amo, por lo que tuvo que ser devuelto a la calle antes de que muriera de pena.



Dos años después de su muerte, por iniciativa de Agaden, con el visto bueno del Ayuntamiento, la asociación protectora de animales y las federaciones de vecinos 5 de Abril y Cadice, se decidió darle su nombre a una calle peatonal que el animal frecuentaba. En el mismo callejón se colocó una placa de bronce con el torso en relieve del animal conmemorativa de este acto de fraternidad y de amor incondicional. En la placa se puede leer aún: “A Canelo, que durante 12 años esperó en las puertas del hospital a su amo fallecido. El pueblo de Cádiz como homenaje a su fidelidad. Mayo de 2004.”

Artículo recortado de Andalucía Información.

lunes, 26 de noviembre de 2012

No puedo dejar de mirarte.



Estoy escuchando el tema No puedo dejar de mirarte incluido en el álbum Te kiero con K de Ximo Tébar y se me han venido a la cabeza recuerdos y situaciones a las que he asistido este pasado verano en la orilla del mar...

Allí estaba sentado y observando atentamente lo que parecían rituales perfectamente pautados, organizados y secretos que llevan a cabo las mujeres en ciertas ocasiones... En un momento determinado una madre con una niña como de un año o menos se dirige a la orilla para dar el primer baño de mar que va a disfrutar en la vida su hija... Anda decidida aunque despacio y detrás de ella, perfectamente ordenadas y como si se tratara de una procesión, van caminando (¿desfilando?), tías, primas mayores y demás parientes y allegados femeninos de la cría.

La oficiante sumerge con mucho cuidado a la criatura en el agua y las demás participantes, que han construido con su presencia una especie de círculo protector alrededor de ambas, comienzan a realizar cucamonas y carantoñas a la niña.

El clima dramático sube algún nivel más cuando una de las tías toma a su sobrina de los brazos de la madre y, con ella, se adentra un poco más entre las olas seguidas de todas las demás acólitas...

Por fin todo acaba donde comenzó; en la orilla, cuando sientan a la niñita en la arena húmeda, justo en la zona a la que va a morir el oleaje, de forma suave y blanda, e inmediatamente dos o tres de las acompañantes más jóvenes también toman asiento a su alrededor prosiguiendo con la ceremonia del primer contacto con el mar... Este mismo ritual, con ínfimas variaciones, lo he contemplado decenas de veces a lo largo de los años en las arenas de las playas..

Mientras tanto y en una zona cercana de la arena, a mi derecha, dos o tres chicas jóvenes, con los pechos desnudos, quizás pertenecientes a algún grupo flamenco de la zona, ensayaban, incansables y sin dar importancia a su mínima indumentaria ni al personal, pasos de baile, actitudes y posturas.....

También ellas celebraban su rito....

LuisFRey.

martes, 20 de noviembre de 2012

Milton es ciego y la protectora no es para él.



En busca de una segunda oportunidad   -   19 noviembre 2012.

Milton vagaba peligrosamente por las calles indiferentes de un pueblo de Lleida, siendo ciego. Milton se encuentra en Lleida, en el Hogar Transitorio de “protegerlosinocentes.

Nos lo trajeron para que le busquemos una casa donde lo cuiden y lo mimen para siempre. A pesar de su discapacidad, Miltron se orienta asombrosamente bien en espacios grandes y reducidos…para buscar su comida, su agua, su baño, su cama…y el sol.

Pero no podemos tenerlo con nosotros, porque tendría que estar encerrado y solo en un espacio vigilado ya que la comida de los gatos está en todas las casas y hay que entrar por las gateras y las casas de dormir están en varios sitios. No podemos vigilar continuamente a Milton, pero en cambio, en un piso, no sería complicado asegurarse de que sus necesidades están atendidas.

Milton es un gato muy cariñoso y dulce, tranquilo y bonachón, se lleva bien con todo el mundo: perros, gatos… Se entrega con contrato, seguimiento, vacunas, chip y compromiso de esterilización.

Contacto: protegerlosinocentes@gmail.com 651-912697

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viernes, 16 de noviembre de 2012

Citas, 003...




".... que el mundo era caprichoso e inestable, que nos pueden robar el futuro en cualquier momento, que el firmamento está lleno de rayos que pueden precipitarse y matar tanto tanto a jóvenes como a viejos, y que siempre, siempre, el rayo cae cuando menos se espera"...

Diario de invierno.
Paul Auster
Editorial Anagrama
2012.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Los cuentos de Ignacio Aldecoa.



He terminado de leer los dos volúmenes de los "Cuentos completos" de Ignacio Aldecoa, recopilados y anotados por Alicia Bleiberg y publicados por Alianza Editorial, en su mítica colección "El libro de bolsillo" (tomos 436 y 437), en 1977 (los míos pertenecen a la 8ª reimpresión de 1996).


Los textos son de una gran sensibilidad y autenticidad, retratando muy acertadamente situaciones, vivencias y emociones. Todo ello tejido con una prosa brillante que usa un léxico rico y exacto, aderezada con unos diálogos vivos y reales en boca de unos personajes inolvidables.

Nos asomamos a una época, de postguerra, ya pasada en la que primaban la pobreza, la supervivencia, el desamparo y un desconcierto dado por la imprevisibilidad (o triste previsibilidad) de lo que traería el siguiente día; cierta desesperanza fruto del desasosiego que da la certeza de que pocas cosas van a mejorar en sus vidas...

Sin embargo en estas historias encontramos ternura, amor, dignidad, solidaridad, compasión, miedo y soledad, y escalofríos de emoción a raudales; nudos en la garganta más de una vez...

Conviene leerlos y releerlos, sobre todo ahora, en esta época que nos está tocando vivir y sufrir, así, quizás, seamos conscientes de lo que tuvieron que pasar muchos de nuestros padres y abuelos; situaciones, que a no ser que andemos listos y vigilantes, pudiera ser que retornaran, con toda su crudeza, de una forma u otra...

Como ya apuntó en su día Ana María Matute: "A través de los días y los años, en alguna parte habrá un hombre que, leyéndole, sienta dignificada su soledad o su miseria".

Aquí está la reseña que Sopadelibros hizo de la posterior edición de estos cuentos por la editorial Alfaguara...

LuisFRey.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Deus ex machina...




Cuando el aviador novato toma los mandos de su aeroplano, emprende un vuelo hacia una ruta literaria de ensueño, pero sin un lugar donde aterrizar. En estos viajes sin itinerario, debemos evitar que el embrujo del deus ex machina despierte del sonambulismo al lector.

El relato clásico funciona con un fuselaje formado por el principio (planteamiento), el conflicto (nudo) y el final (desenlace). Bajo esta estructura, el piloto novel se enfrenta al duro trance de convertir una anécdota en un cuento.

Encara la historia, el personaje, la acción, la trama, aunque, en pleno vuelo, se duerme, el avión entra en barrena, pierde los mandos y salta en paracaídas con un final inesperado como:

- "Y entonces se dio cuenta de que todo fue un sueño".

Esta conclusión de abracadabra es lo que se denomina deus ex machina. Se trata de una intervención providencial que llega desde fuera sin anuncio previo; es decir, sin un goteo anterior de la información (cadenas metonímicas) que sostenga un final verosímil.

El nombre de deus ex machina (dios que aparece gracias a una máquina) proviene de la época griega. En el teatro heleno existían unas plataformas móviles que subían y bajaban accionadas por poleas (machina). En ellas se situaban los dioses (deus), que aparecían desde fuera de la acción teatral (fuera = ex).

Estas apariciones deus ex machina se trasladaron a la literatura para nombrar los finales sorpresa, en los cuales un personaje (o un hecho) divino solucionaba la trama.

El lector despierta de su sonambulismo defraudado y traumatizado por el desenlace prodigioso. Los grandes aviadores aconsejan curarse en salud de este proceder poco literario.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Poema de Amando Carabias María.



La siguiente composición, del escritor y poeta Amando Carabias María publicado en su magnífico blog Pavesas y cenizas, me emocionó cuando lo leí y, así, pedí permiso a su autor para poder pegarlo aquí; por lo que le quedo inmensamente agradecido....

Son palabras desgarradas, potentes, resueltas, que nos deben servir para meditar, para recapitular, para decidir, para actuar....



Donde piden los pobres

Y después de Auschwitz
y después de Hiroshima, 
cómo no escribir.
(José Ángel Valente. Al dios del lugar)

I. Preguntas

                                         ¿Y ahora qué? 
                                         ¿Ahora nuestra sangre 
                                         de esclavos disfrazados como criaturas libres, 
                                         se fundirá con el estiércol?
                                         ¿Tiene que barbotar en cada grieta, 
                                         que torna en adoquines de dolor 
                                         los toboganes de miseria,
                                         un río de cadáveres, un surtidor de muertos, 
                                         otra lava de vértebras sin tumbas?

                                         ¿Y ahora qué? 
                                         ¿Ahora nos sentamos en la calle, 
                                         y pedimos limosna resignados
                                         como si nuestras manos extendidas
                                         tuvieran culpa o fueran criminales
                                         sobre cuyas espaldas dormitan los fantasmas?

                                         ¿Y ahora qué?
                                         ¿Ahora nos sentamos en la calle 
                                         con los dedos cerrados 
                                         empuñando pistola y rabia,
                                         apuntando a demonios invisibles?

                                         ¿Y ahora qué?
                                         ¿Ahora nos sentamos en la calle, 
                                         inermes, despojados y desnudos 
                                         y en mitad de las plazas,
                                         a vosotros, cobardes poderosos, 
                                         os miramos de frente, cara a cara, 
                                         fijamente, sin pestañeos, 
                                         para que comprendáis por qué morimos?

                                         ¿Y ahora qué…?
                                         A vosotros, cobardes poderosos 
                                         os estoy preguntando:
                                         no volváis la cabeza, no miréis a otro lado.

                                         Ahora que nos habéis matado
                                         sonrisas y futuro, 
                                         ahora que rebosan vuestras cuentas 
                                         como una inundación de asesinatos, 
                                         decid, ¿qué más os hace falta? 

                                         Acercaos aquí 
                                         si aún os quedan agallas, y contadlo, 
                                         si es que aún vuestras gónadas
                                         son de criatura humana.

II. Alegato

                                         Pero antes escuchadme: 
                                         subido al mismo púlpito donde piden los pobres, 
                                         en esta misma esquina de la calle,
                                         ofrezco mi palabra, la desnudo y la extiendo, 
                                         como una mano
                                         sin joyas o perfumes que la adornen, 
                                         la yergo como un cuerpo enhiesto y decidido. 

                                         Hoy no engalanaré los versos, 
                                         ni me engañarán lenguas de serpientes, 
                                         las que usáis cual corbatas en vuestros ademanes.

                                         Yo sé que os gustaría, 
                                         regresar a otros tiempos, 
                                         a tantos dormitorios de la historia 
                                         en que algunos humanos 
                                         no eran tratados como humanos. 

                                         Sé que os arrepentís todos los días 
                                         de habernos permitido excesos.

                                         Sé que os arrepentís todos los días, 
                                         de habernos tolerado
                                         degustar el aroma de la libertad,
                                         aunque fuera infinita 
                                         tanta sangre inocente derramada.

                                         Sé que os arrepentís todos los días 
                                         de habernos tolerado
                                         que nuestras huellas toquen vuestras sombras,
                                         que nuestros ojos miren a los vuestros,
                                         como cualquier igual mira a su igual.

                                         Sé que os arrepentís todos los días
                                         de habernos permitido
                                         soñar que nuestro mundo 
                                         no es otro diferente al vuestro.

                                         Y sé que vuestras manos 
                                         y vuestras billeteras homicidas
                                         huelen a sangre y cementerio. 

                                         Y sé que sois hipócritas, 
                                         pues hiede vuestro aliento a pudridero.

III. Seis Maldiciones

                                         Ay de vosotros, 
                                         matones planetarios, 
                                         que gritáis la defensa de nuestra libertad, 
                                         precedidos de horrísonas trompetas, 
                                         mas os enriquecéis 
                                         lamiendo vergas de tiranos, 
                                         que matan a sus pueblos, con vuestras viejas armas, 
                                         para que nunca olviden
                                         el antiguo y noble arte de la guerra,
                                         aunque los proxenetas del idioma
                                         propongan que es correcto decir conflicto bélico; 
                                         ay de vosotros, 
                                         seréis malditos, 
                                         porque vuestra bandera es muerte, 
                                         y la muerte os será propicia, 
                                         y os tornará manjar apetitoso 
                                         para buitres hambrientos y huérfanos famélicos.

                                         Seréis malditos.

                                         Ay de vosotros,
                                         traficantes de sexo y de mujeres 
                                         vosotros, homicidas de futuro, 
                                         vosotros, sanguijuelas de almas,
                                         que usáis de la pasión y del deseo, 
                                         que usáis de nuestro fuego, 
                                         y con su dignidad y con su hambre
                                         levantáis torres de euros,
                                         y con su miedo hacéis imperios
                                         para que vuestras hijas y mujeres,
                                         vuestras amantes, vuestras concubinas
                                         presuman de virtud y de riqueza,
                                         seréis malditos,
                                         seréis como heces, 
                                         seréis vulvas violadas sin descanso.

                                         Seréis malditos.

                                         Ay de vosotros,
                                         sádicos presidentes de multinacionales 
                                         que compráis democráticas campañas 
                                         y obtenéis beneficio de gobiernos
                                         donde no hay diferencia 
                                         entre un trabajador, un buey o un perro.

                                         A cambio de su vida y de migajas,
                                         os regalan el barro los hambrientos
                                         y les vendéis vasijas.

                                         Seréis malditos,
                                         por haceros verdugos de los hombres, 
                                         crueles infanticidas, atroces homicidas.

                                         Seréis malditos, 
                                         seréis el pavimento donde pisen
                                         los perros y los bueyes y los hombres. 

                                         Seréis malditos.

                                         Ay de vosotros, sabios ignorantes, 
                                         inútiles expertos en finanzas 
                                         que rezáis cada instante una blasfemia atroz, 
                                         la que torna al dinero en dios, 
                                         dios que empuña un alfanje siniestro 
                                         que cercena gargantas 
                                         de hombres desocupados, enfermos, ancianos, 
                                         el dios imperdonable
                                         que proclama que somos un motor, 
                                         un martillo, una cinta de montaje, 
                                         puro ser productivo, puro consumidor: 
                                         seréis malditos 
                                         ministros de exterminio, 
                                         como una vieja máquina llegaréis al desguace 
                                         y seréis desbrozados miembro a miembro.

                                         Seréis malditos.

                                         Ay de vosotros, clérigos indignos,
                                         que usáis a dios a vuestro antojo,
                                         y lo vendéis
                                         a quien mejor proteja vuestro templo;
                                         y sembráis miedo 
                                         como balas disparan los fusiles;
                                         y pensáis que la brisa
                                         puede atraparse en jaulas,
                                         y que el Amor actúa bajo normas,
                                         y la paloma sabe fronteras y liturgias, 
                                         y el culto no es misericordia.

                                         Seréis malditos,
                                         porque no se perdona a quien atenta
                                         contra el soplo invisible del espíritu,
                                         porque quien no sitúa el corazón
                                         en el dolor y en la miseria,
                                         detiene los latidos del Amor,
                                         porque ocultar la luz bajo las mitras,
                                         es cegar las pupilas del amor.

                                         Seréis malditos.

                                         Ay de vosotros, títeres estúpidos, 
                                         de sonrisa vacía, de palabra engañosa, 
                                         ay de vosotros, 
                                         políticos abyectos 
                                         que tan sólo servís 
                                         para masturbar a los amos 
                                         y ofrecer vuestras nalgas 
                                         a quienes os financian las mentiras.

                                         Seréis malditos 
                                         por vulgares rateros, 
                                         por vendernos en pública subasta, 
                                         y esquilmar nuestra tierra y nuestros hijos.

                                         Seréis malditos,
                                         serán vuestras palabras un graznido
                                         que el huracán engulle, 
                                         y serán vuestras manos de ladrones
                                         el plato donde coman vuestros pobres.

                                         Seréis malditos.

Amando Carabias María

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